dimecres, 12 de maig del 2010

CINESUD, DISTRIBUCIÓN ALTERNATIVA. Una distribución con vocación asociativa


En el marc de la Primera Conferencia Mundial de cineclubs (2008) i en la taula rodona sobre "Distribución Alternativa" vaig desenvolupà aquesta ponència sobre el projecte CINESUD en el que un grup de cineclubistes treballem internacionalment.
CINESUD, DISTRIBUCIÓN ALTERNATIVA. Una distribución con vocación asociativa
La distribución de películas ha seguido, desde tiempo inmemorial, el camino que el mercado le ha ido marcando. Y como mercado, las normas han sido y son las que vienen regidas por la oferta y la demanda, en el marco de lo que conocemos como Cultura de Masas. Fuera de estos mercados, los directores y productoras de films independientes, muchas veces de bajo presupuesto, otras veces como opción de permanecer fuera de estos mercados, no encuentran espacios donde exhibir sus películas, donde hacer vivir sus historias. CINESUD nace con el objetivo de mover estos títulos entre cineclubs y entidades sin finalidad de lucro, creyendo que es en estos lugares donde verdaderamente el film se crece y se hace significativo. Los cineclubs y entidades afines son las que organizan presentaciones del film, redactan una hoja de sala, tienen publicaciones, moderan un debate posterior.... Las salas de cine comerciales están atrapadas por la tiranía de querer programar siempre el máximo de pases posible, de vender más palomitas. CINESUD nace para hacer llegar a estas salas independientes contenidos audiovisuales de calidad y de diferentes partes del mundo.
Pero CINESUD no es ajena a las tensiones que surgen en un mundo, el del audiovisual, donde las cosas casi siempre se han hecho de acuerdo con parámetros industriales. No es un ave que contempla el desfile desde el cielo, sino que efectivamente se mueve, con dificultades, entre la muchedumbre y el gentío. La opción que CINESUD ha escogido es la de organizarse como asociación, y por lo tanto, basarse en parámetros asociativos, que la ligan con el mundo de la Cultura Popular. Los conceptos de Cultura Popular y Cultura de Masas siembran muchas veces desconcierto. Un partido de futbol del campeonato infantil con niños de 10 años, ¿es una manifestación de cultura popular? ¿Que sucede cuando esos mismos están en primera división? ¿No es el mismo espectáculo? Veamos una breve descripción de estos dos conceptos para poder entender la idiosincrasia del proyecto CINESUD.
Vamos a entender aquí el concepto de Cultura Popular, como aquella cultura que genera la sociedad civil, organizada asociativamente, sin ánimo de lucro y que propone productos culturales de todo tipo; cine, música, teatro, espectáculos populares de raiz tradicional, canto coral,..... La Cultura Popular y las asociaciones que en ella se mueven (en el caso que nos ocupa, los cineclubs y entidades afines) utilizan todo un tipo de códigos simbólicos con valores que refuerzan el sentimiento de pertenencia a un grupo. Estos valores son la reciprocidad, la solidaridad, el fomento de los circuitos de dar y recibir, el intercambio y la gratuidad. De entre todos ellos subrayar la importancia de la reciprocidad, que garantiza una equidad en el trato y una consideración de igual a igual entre los integrantes de los intercambios asociativos. Este tipo de tratos, imposibles en el marco de una Cultura de Masas, generan una confianza que se basa en los lazos personales y en la conciencia de pertenecer a un mismo colectivo. La solidaridad que se desprende de estos intercambios aportan la efectividad de la acción común y la confianza natural entre los miembros asociados y los que integran los intercambios asociativos.
Los intercambios de productos culturales basados en estos códigos simbólicos se mueven siempre en un último objetivo final, imprescindible para entender la base de la Cultura Popular. Este objetivo no es otro que el de la utilidad pública, objetivo que nunca se puede dejar de lado, ya que por sí solo justifica este tipo de intercambios culturales. Una asociación, un cineclub, se carga de responsabilidad social en cuanto que es consciente de la utilidad pública de los productos culturales que propone. Esta utilidad pública pone en el punto de mira al último receptor del producto cultural, que aquí llamaremos consumidor cultural, y que está enfrentado claramente al concepto de consumidor comercial .
Este consumidor cultural que (en nuestro caso cinematográfico) lo vamos a identificar con el Público, entra en contraposición al otro modelo de consumidor comercial más identificable con el concepto de espectador, que consume cine de forma pasiva sin interactuar con la obra. Es finalmente en el público en el que se han de concentrar todos los esfuerzos. En todo tipo de intercambio cultural basado en los códigos ya mencionados, la última preocupación radica en la posibilidad de generar un público crítico, generador de opinión, activo en sus gestos, que puede cerrar el círculo del intercambio con un total éxito.

Entendemos como Cultura de Masas, o “Cultura Mediática” (Jordi Busquets) al resultado lógico de la introducción histórica de los medios tecnológicos de producción y de difusión cultural, así como las nuevas formas de organización social del trabajo en la producción y difusión de los bienes culturales simbólicos. Esta Cultura Mediática es la dominante y la característica de las sociedades de consumo. Es la primera cultura interclasista ya que no pertenece a un grupo o clase, sino que e dirige a todo el mundo, sin discriminación, únicamente la que se deriva de los bolsillos de cada uno. La Cultura mediática define un ámbito de comunión y consenso entre individuos de diversa categoría y origen social. Esta cultura de masas implica grandes posibilidades tecnológicas, pero desde el punto de vista de los contenidos, deja mucho que desear. Todo esto implica que los antiguos ámbitos de participación cultural, más o menos restringidos, se han visto desbordados y que una gran parte de la población acceda a un consumo más discreto y muchas veces desde el propio hogar. Genéricamente Cultura de Masas sería aquella cultura que proporciona productos culturales, totalmente manufacturados, para el consumo general. La música y el cine se encuentran en la base de este circuito.
Aparentemente puede parecer contradictorio colocar en la misma línea conceptual Cultura de Masas y Cultura Popular. Las fronteras entre ambas no están suficientemente definidas y en ocasiones es difícil situar un producto cultural entre una u otra. La primera solo tiene que ver con las ganancias y beneficios de las compañías discográficas y las productoras, distribuidoras y exhibidoras de cine comercial. Y la segunda se mueve en territorio asociativo, donde no existe el objetivo lucrativo y donde priman, como hemos visto, otros parámetros completamente opuestos. La confusión terminológica existe sin duda y no es tema de este artículo. Solo una anécdota: los marxistas defendían que la cultura popular era la que surgía de las masas. El capitalismo se lo tomó al pie de la letra adaptando la proclama al slogan. Ha sido todo un éxito. Pero hay que tener en cuenta , desde un nivel de usos y costumbres, de unas mentalidades muy asentadas, que la distribución cinematográfica se rige principalmente desde un punto de vista de Cultura de Masas. Cambiar el curso del río no es tarea fácil y CINESUD se propone intentarlo des de la Cultura popular. Desde este marco del asociacionismo y de la cultura popular se alza la distribuidora alternativa CINESUD. Esta personalidad asociativa que hemos definido le ha puesto en contacto con realizadores y productores de diferentes partes del mundo que realizan sus trabajos fuera de los circuitos comerciales. A veces como opción personal, otras porque el mercado no dispone de los circuitos específicos para estos films. Son por lo general, productos que ofrecen contenidos, de gran nivel, rodados con bajos presupuestos y que tienen dificultades para salir de sus fronteras, fuera del circuito de algunos festivales.
LA DISTRIBUCIÓN EN MANOS DE CINÉFILOS
CINESUD es una experiencia de distribución alternativa de todo tipo de materiales audiovisuales que se basa en los códigos simbólicos ya mencionados y que definen a la Cultura Popular como marco de estos intercambios. Pretende generar confianza entre las partes implicadas, se quiere proyecto solidario, fomento de lazos de igualdad, respeto para todos los integrantes y por supuesto, con el claro objetivo de ser de utilidad pública. Pero todas estas intenciones chocan en algún instante con los valores de la Cultura de Masas que hemos visto. En CINESUD compartimos con la industria de la Cultura de Masas, es cierto, la distribución de películas, esos productos manufacturados que tienen un atractivo indiscutible para algunos sectores comerciales, y sobretodo, que por norma general se han distribuido siempre desde parámetros comerciales. Pero también, y como hemos visto, CINESUD pretende construir nuevas formas de relacionarse que la alejan de esa tradición comercial. Esto último en ocasiones puede provocar reticencias para aquellos directores o productores que tienen, y es totalmente lícito, pretensiones puramente comerciales. CINESUD no va a salir de los márgenes que le otorga el hecho asociativo. Es su marca de presentación y ahí radica su personalidad. Está formada por federaciones y cineclubs de diferentes países. Muchas Veces es la amistad entre el director y el miembro del cineclub la que lleva a que el film se integre en CINESUD. Simplemente quiere que ese film que tanto le gustó se pueda ver en otros países. Los lazos de amistad suelen estar en la base de la cinefilia bien entendida. No en aquella que solo acumula datos y listas de películas, sino aquella que entiende que los films hay que presentarlos al público, hay que discutirlos al final, hay que debatirlos. En definitiva, que hay que hablar de las películas. Sin este trayecto, el cine se convierte únicamente en fastcine, producto de usar y tirar, tal y como es tratado desde la Cultura de Masas. En Cinesud somos cinéfilos. Por eso, existe la confianza y la responsabilidad para tener siempre informados a los directores de los pases de sus películas, incorporar esas sesiones a un archivo histórico consultable desde el blog de cinesud .
Pero en CINESUD tampoco somos inocentes. Entendemos que todo trabajo requiere una remuneración, aunque sea modesta. Estamos en contra de políticas culturales en las que prima “lo más importante es que se vea” pero que no pagan nada a los autores de las películas. Muchos festivales invierten millones en publicidad y premios y nada en honorarios para las películas. ¿Como se puede promocionar la calidad y el talento si no se invierte en ello? En CINESUD entendemos que toda aportación se ha de compartir al 50% con el autor, el director de la película. Esto por un lado nos permite cubrir gastos de envíos, compras de materiales y por otro permite a los autores recibir pequeñas cantidades, que si bien no los harán ricos, seguro que les hará sentir mejor y que su trabajo tiene un fruto. Eso es lo que queríamos decir cuando hablábamos de relaciones de equidad. Nosotros lo llamamos “Distribución Justa”.
Otro de los frenos que impone la Cultura de Masas para el libre acceso a los contenidos audiovisuales es el de los derechos de autor. El Copyright de “todos los derechos reservados” es muchas veces impedimento a una libre circulación de las películas. CINESUD trabaja bajo el paraguas de “Creative Commons” , unas licencias que, según los casos, liberan algunos derechos. La licencia escogida es Reconocimiento - Sin obra derivada - No comercial: El material creado por un artista puede ser distribuido, copiado y exhibido por terceros si se muestra en los créditos. No se puede obtener ningún beneficio comercial. No se pueden realizar obras derivadas. Sin entrar a desarrollar este tema, solo referir que el uso de estas licencias nos permite mover con libertad los materiales de nuestro catálogo.
Y para acabar, unas notas históricas y un apunte de futuro. Cinesud nació como una iniciativa de la Federación Catalana de Cineclubs para la distribución de películas independientes con el objetivo de exhibirlas libremente en cineclubes y otras salas alternas y no comerciales. En diciembre del 2001, aprovechando la celebración de su Asamblea anual, la Federación Catalana de Cineclubs organizó un “Encuentro Internacional de Cineclubs”. Allí se trataba de poner puntos en común, de buscar vías de colaboración y de habilitar un espacio donde trabajar conjuntamente a nivel internacional. Por otro lado se trataba de recoger el testigo de otras distribuidoras que funcionaron en el pasado en Catalunya, como “La Central del Curt” i que difundieron películas en un momento en que la dictadura del general Franco lo hacía muy difícil. En 2006, cinco años después, se celebra en la ciudad de Matera el 8 Festival Internacional de Cineclubs organizado por la Federación Internacional de Cineclubs (FICC). En este punto el proyecto, bajo los auspicios de la FICC, adquiere un carácter internacional. Se crea una web en Internet (www.mundokino.net) con las películas disponibles y se aumenta el número de países que participan. Desde entonces se han ido programando muchas sesiones cineclubistas con el catálogo CINESUD. Tienen toda la información en nuestro blog.

CINESUD Y FESTIVALES
Otro peldaño en la escalera ha sido consolidar relaciones con diferentes festivales. endría que ser una tarea de todos los festivales el preocuparse por la distribución de los films presentados en cada edición. Esto permitiría ofrecer una salida a películas que difícilmente se podrían ver en otros países. Desde el 2005, el Festival de Cinema de Girona facilita cortometrajes de directores gerundenses para integrarlos en el catálogo y también desde el año pasado el Festival Internacional de cortos de Sagunt (Valencia) incorpora en sus bases la aceptación por parte de los directores para que sus films se muevan a través de CINESUD. A finales de año, el colectivo de Festivales y Muestras de cine organizadas por cineclubs en Cataluña editan un DVD con el palmarés de todos ellos y lo incorporan a CINESUD para su visionado en cineclubs y otras entidades.

Actualmente colaboran cineclubs y federaciones de los siguientes países: Argentina. Brasil, Cataluña, Colombia, Cuba, Ecuador, Marruecos, México, Portugal, Rep. Dominicana y Uruguay.
Julio Lamaña
Gestor de Coordinació de la Federació Catalana de Cineclubs
juliolamana@federaciocatalanacineclubs.cat

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